“Los trastornos de la alimentación se romantizan”: la influencer que visibiliza el impacto de las redes en la salud mental de los jóvenes
Jacinta de Oromí tiene 23 años, conduce uno de los podcast más escuchados y acumula miles de seguidores; habla de ansiedad, ataques de pánico y trastornos de la conducta alimentaria, una problemática que ella misma atravesó
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“Querida anorexia: me da mucha lástima lo que hiciste conmigo, con mi personalidad, con mi salud y con mi tiempo. Te valiste de mi inocencia y me apagaste. Me arruinaste y arrasaste con toda mi vida. Ocupaste toda mi cabeza y me invisibilizaste”.
Así empieza el video que Jacinta de Oromí, una influencer de 23 años, compartió en su cuenta de TikTok en abril de 2024. “Me hundiste, me ahogaste, me dejaste sin aire y me hiciste pensar que era mejor morir”, siguió. Ante la cámara, estaba leyendo la carta que, como parte de su tratamiento, su psicóloga le había propuesto que le escribiese al trastorno de la alimentación que empezó a desarrollar a los 16 años.
No era la primera vez que Jacinta compartía en sus redes sociales un contenido hablando de esta problemática. En noviembre de 2022 había subido a su podcast Tipo —que alcanzó los primeros puestos entre los más escuchados de Spotify— un episodio dedicado a hablar de la anorexia que atravesó.
En ese momento, Jacinta no podía imaginar el impacto que tendría en su audiencia: en pocas horas, le llegaron decenas de mensajes de jóvenes con padecimientos similares, que se sintieron reflejados en sus palabras. “Hubo un gran recibimiento. Creo que del otro lado hay mucha gente que realmente está esperando sentirse acompañada y hablar de estos temas”, cuenta hoy Jacinta, quien solo en TikTok tiene más de 700.000 seguidores (y acumula 30 millones de “me gusta”). Se suman otros 148.000 en Instagram.
@jacintadeoromi Querida anorexia
♬ Glimpse (Slowed + Reverb) - Gabriel Albuquerqüe
La joven compartió su testimonio en el encuentro “Atrapados en las redes: el desafío de acompañar a la infancia y adolescencia en la era digital”, un encuentro online organizado por Fundación La Nación: “Creo que todavía no somos conscientes del impacto que está teniendo este aparatito en nuestra salud mental”, dijo en relación al celular.
“Hay mucha presión para mostrarnos perfectos”
En sus redes, Jacinta muestra diferentes aspectos de su vida cotidiana, pero a en los últimos años empezó además a abordar con frecuencia temáticas vinculadas a la salud mental, haciendo hincapié en el impacto que pueden tener las redes sociales en problemáticas como la ansiedad, la depresión, los ataques de pánico y los trastornos de la conducta alimentaria. Con el objetivo de generar conciencia y derribar tabúes, da a conocer sus experiencias personales y ofrece recursos que considera útiles para su audiencia joven.
—¿Qué te llevó a compartir tu historia?
—En las redes hay una presión para tener una identidad perfectamente curada, donde no haya fallas y todos apuntamos a ser el producto perfecto para ser vendido. Durante mucho tiempo, lidié con el conflicto de sentir un bloqueo a contar mi historia y mis conflictos con mi salud mental, a hablar sobre mi trastorno de la conducta alimentaria. Justamente sentía que me tenía que mostrar perfecta. Pero cuanto más perfecta me mostraba, menos justicia le hacía a la otra Jacinta, la que estaba rota detrás de cámara, la que no paraba de llorar, la que le costaba vivir. Si vos dejás pasar mucho tiempo, esas dos identidades se polarizan. Creo que lo que hago en redes nace de esa desesperación por romper con eso y mostrar algo real.

Fue un camino progresivo, donde poco a poco se fue mostrando cada vez “más transparente”. Para ella, es clave que en las redes sociales “empecemos a hablar de otras cosas además de qué tan perfecto es tu cuerpo o qué tan lindo es tu outfit”.
En esa línea, Jacinta, quien además de su podcast Tipo es coconductora del programa Sumergidas en data, aclara: “Si alguien toma la decisión de consumir contenido de valor, yo quiero ser parte de esa oferta. Quiero mostrar que podemos usar las redes sociales de manera creativa y con un contenido que no sea vacío”.
“Creían que estaba joya y yo me cuestionaba vivir”
Con el lenguaje fresco y la gestualidad descontracturada que la caracteriza, Jacinta habla sobre el impacto que tienen las redes sociales en la salud mental de los jóvenes. En diálogo con LA NACION, esta joven de sonrisa amplia, mirada incisiva y la reflexión siempre al alcance de la mano, cuenta cómo cuando estaba atravesando un trastorno de la alimentación, la imagen que transmitía en redes sociales de que “estaba todo bien” se contrarrestaba con su padecer cotidiano.
—¿Qué mensaje buscaste transmitir cuando decidiste hablar de la anorexia que atravesaste?
—Que nunca sabés qué le está sucediendo a una persona detrás de la cámara. En mi caso, cuando lo conté, hubo mucha gente sorprendida. La gente no entiende cuánto alguien puede estar sufriendo porque, sino te lo cuentan, en las redes sociales no se nota. Las redes no son la realidad, están lejísimos de serlo y es desesperante que tantas personas crean algo sobre vos que en verdad no es así. Muchos creían que yo estaba joya cuando realmente me cuestionaba hasta vivir. Espero estar haciendo un buen trabajo en apostar por esa transparencia, porque es lo más importante. Si vamos a seguir con las redes sociales tan presentes como hoy, más vale revisar ciertas cosas.
@jacintadeoromi siento necesario este video
♬ original sound - jacinta de oromí - jacinta de oromí
En sus contenidos, Jacinta visibiliza la violencia estética (la imposición de los estándares de belleza) que sufren sobre todo las mujeres y la obsesión por la imagen corporal que predomina en el territorio digital. “Se nos subraya que siempre podemos ser un poco más flacas, un poco más lindas, tener un poco menos de celulitis o la nariz un poco mejor. Todas esas cosas nos llevan a vivir una vida donde la preocupación por la apariencia es constante”, asegura.
Y agrega: “En las redes hay mucha, muchísima romantización de los trastornos de la alimentación y de vidas que parecen perfectas. Suele pensarse: sos flaca, sos feliz. Y nada que ver. Nunca estuve tan triste en mi vida como cuando estaba en una etapa de un trastorno de la alimentación. Es impensable lo que uno sufre”.
En esa línea, desde sus redes busca desarmar estereotipos. “Hablemos de lo que le pasa a tu cuerpo cuando pasás hambre. Es terrible escuchar esto, es terrible estar diciéndolo, pero más terrible aún es estar soportando las consecuencias de alabar hábitos que nos destruyen”, señala en otro de sus videos de TikTok, que tiene más de 100.000 “me gustas”.
“Lo que me interesa es salvar a una persona de este infierno antes de que se meta: me duele en el corazón ver cómo se publicita un trastorno de la alimentación como si fuese algo aesthetic, cool y hermoso”, sigue de frente a la cámara.
Contenido tóxico
En las redes sociales circula una gran cantidad de contenidos que a Jacinta le resulta preocupante y que puede ser el incentivo para desarrollar o perpetrar conductas nocivas. “Todos esos videos que muestran ‘qué como en un día’ o ‘cuánto ejercicio hago en un día’, son versiones curadas de la realidad que no nos muestran algo genuino, honesto”. Todo eso, señala, repercute en “nuestra autoestima y validación como personas”.
También apunta a los “challenges” que circulan en TikTok y que considera “mega cancelables”, vinculados, por ejemplo, a partes del cuerpo o cómo perder peso rápidamente. “A mi algoritmo no le doy ni dos segundo ese contenido para que no me lo recomiende. Cuando aparece algo así, que sé que no es bueno para mi salud, deslizo al toque. Esto gracias a la información que tengo al respecto, pero me pregunto cuánta gente no sabe que eso le hace mal y lo sigue viendo todos los días”.
—¿Qué herramientas fueron las que te ayudaron a superar las problemáticas de salud mental que atravesaste?
—Primero, terapia de todo tipo: psiquiatra, psicóloga, nutricionista. Después, una red de contención inmediata. En eso soy muy afortunada: tengo muchas amigas y una familia que realmente son red. Después, los libros. Hay tres que recomiendo mucho que son: Consumidas, violencia estética y mercado de inseguridades, de Candela Yatche; Recupera tu mente, reconquista tu vida, de Marian Rojas Estapé, que tiene una parte donde habla de redes y pantallas que me voló la cabeza; y El cerebro optimista, de Mikel Alonso.
El abanico de temáticas que Jacinta abarca en sus contenidos es grande. Por ejemplo, en el episodio de su podcast titulado “Dopamina. La gratificación instantánea te está destruyendo”, analiza el peso de la búsqueda constante de placer inmediato que dan las pantallas. En otra oportunidad, habló de experiencias como un “detox digital”: los dos días que pasó sin celular. “Parece una pavada pero los reto a hacerlo”, dice entre risas.
—¿Cómo estás hoy?
—Muy bien. Estoy muy feliz. Desarmar el trastorno de la conducta alimentaria me llevó mucho tiempo. Empecé a los 16 años, cuando no sabía quién era Jacinta. Entonces, de repente, que te digan a los 21 o 22 años que lo tenía que empezar a desarmar, me llevó a preguntar quién era yo detrás de esto. Y eso da mucho miedo. Muchísimo. Pero por suerte me animé y poco a poco empecé a ver el mundo de otra manera. Porque un trastorno de este tipo te ataca por todos los frentes.
—¿Qué mensaje le darías a un joven que está pasando por una problemática similar?
—Va a sonar cliché, pero le diría que no está solo. Que hay mucha gente sufriendo lo mismo. Y con esto no quiero decir: “Bueno, tus problemas son parecidos a los de los demás”. Pero cuando el ser humano comparte un sufrimiento, se hace mucho más llevadero. Hoy por suerte estamos hablando más de estos temas. Creo que ese es el primer paso: sentirse acompañado. Me han llegado mensajes muy fuertes, como el de una chica de 15 años que me contaba que ya no quería vivir. Siempre digo al final de mis episodios que la gente puede escribirme para contarme lo que le aflige o le preocupa, que yo jamás lo voy a compartir. Y siempre recomiendo que vayan a ver un profesional. Como mi mamá es counselor y tiene contactos en ese mundo, a veces les pregunto dónde viven y trato de recomendarles a alguien.
—¿Con qué soñás?
—Sueño con hacer esto toda mi vida. Con una vida que esté fundada en lo que soy, en mi transparencia y en mi marca individual.
Más información
- Si querés navegar por las guías Hablemos de Todo, con servicio para padres y adultos sobre las distintas problemáticas de salud mental que afecta a los niños y adolescentes, podés entrar en este link.
- Si querés leer más sobre cómo prevenir el uso problemático de pantallas en niños y adolescentes, podés entrar a la guía “Chicos y pantallas”.